Qué lindo es cuando los seres queridos existen también en nuestras fotos.
Desde chiquita saco fotos, pero desde que me dedico profesionalmente a los retratos, me quedó pendiente retratar a mi abuela Blanca que era muy linda pero no le gustaba que le tomaran fotos.
Por eso cuando apareció la oportunidad de retratar a María Elena, lo tomé con mucho entusiasmo y alegría.
Maria Elena dedicó su vida a la educación. Se inició como maestra rural en 9 de Julio, fue directora en La Matanza y finalizó su carrera en el Hogar Escuela de Ezeiza.
Alex es su hija. Detrás de esa mirada dulce aparece una mujer valiente y aventurera. Ella sí que sabe de atravesar obstáculos.
Ellas son mujeres que eligen brillar y compartieron conmigo una tarde ese brillo.
Y como broche de oro, ya finalizando la sesión de fotos, llegaron las hermanas de María Elena. Sólo Luisa se animó a posar y cuando se tomaron de las manos, vi escapar una lagrimita de emoción que me llego al corazón.
Gracias por abrirme las puertas de su casa, por compartir sus historias de vida y por permitirme retratar su brillo!
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